No hay alirón que aplaque la sed de Max Verstappen. Una semana después de ponerse a la altura de Sebastian Vettel y Alain Prost en número de títulos mundiales (cuatro) se dio otra fiesta, esta vez en Qatar, para sumar su novena victoria de la temporada, la segunda en cinco meses para el tetracampeón, que sigue con su habitual nivel de excelencia. En la penúltima parada del calendario, el holandés volvió a demostrar que sale como nadie, que la primera frenada siempre es suya independientemente de que los comisarios le birlen la pole position y tenga que arrancar desde la segunda plaza de la parrilla. En Losail, Mad Max sacó los codos para ganarle la posición a George Russell, que comenzó la carrera con un subidón tremendo y que la terminó con un globo tremendo, sin entender cómo pudo quedarse fuera del podio.