Mercosur es “una prisión” y debe ser reformado cuanto antes “sin anteojeras ideológicas”. Javier Milei llevó su propia agenda a la reunión de presidentes del bloque sudamericano celebrada en Montevideo. El presidente ultraderechista dijo que Mercosur había sido para los argentinos “un escollo para el desarrollo” y lamentó que en 2005 los países de la región le dijeran “que no a Estados Unidos a un acuerdo de libre comercio en todo el continente”, el Alca. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva esperó su turno para responderle. “Un Mercosur fuerte y unido es un Mercosur interconectado con América del Sur y con los grandes temas de la agenda global”, dijo, y habló de “igualdad de género, justicia social y lucha contra el racismo”. Fue una lista de malas palabras para Milei, que considera a la justicia social y la igualdad de género una “aberración” de la “agenda woke” que tanto detesta y combate.