La tensión se podía sentir el pasado miércoles 20 de noviembre en la entrada del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, en la delegación Iztapalapa en la capital mexicana. Por un lado, decenas de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), vistiendo colores morado y verde, portando lonas en las que se leía mensajes como “Fuera todos los agresores digitales del IPN” y “La IA [inteligencia artificial] no debe usarse para agredir mujeres”, entonaban el cántico “No, no, no, Diego “N” libre no”. Frente a ellas estaba el Colectivo Nacional No más presos inocentes, con prendas color azul y en un grupo más pequeño, en defensa de Diego “N”. “No más carpetas fabricadas para ellos”, se escuchaban gritos de este colectivo que crispaban frente a las consignas del otro grupo.