La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que anula parte del decreto del uso del catalán en la escuela, conocida ayer miércoles, ha servido para insuflar aire a un independentismo que llegaba muy desmovilizado a la conmemoración de la Diada. Aunque ese texto, que en su día apoyaron también los socialistas y Comunes en el Parlament, jamás estuvo en vigor, las formaciones secesionistas han exprimido el fallo para reivindicar la necesidad del Estado propio como la única manera para responder a lo que ven como un nuevo al modelo educativo catalán. La crítica a la decisión judicial ha marcado el primer gran acto del día nacional de Cataluña, la ofrenda al monumento de Rafael Casanova en el centro de Barcelona, y seguramente tendrá también eco en la manifestación de esta tarde que organizan la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural.
