Koldo García, asesor principal del exministro de Transportes José Luis Ábalos, tiene muy mal recuerdo del pasado 20 de febrero, cuando más de una decena de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil irrumpió en su casa de Alicante. “Me trataron como si fuera un terrorista. Apuntaron a mi mujer con una pistola. ¿Era necesario?”, rememora el presunto conseguidor de la red desmantelada en la Operación Delorme a este periódico. Una investigación que instruye la Audiencia Nacional que arrancó con el rastreo de las presuntas irregularidades en las adjudicaciones públicas de mascarillas en lo peor de la pandemia.