
El ambiente alrededor de la relación bilateral, de pronto, se llenó de confusión. Claudia Sheinbaum compartió el pasado miércoles una fotografía en X (antes Twitter) en la que posaba sonriente junto al teléfono y a su secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente. “Tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump”, escribió. La respuesta del republicano llegó casi inmediatamente y describió la llamada como “maravillosa” y “productiva”. “Ella estuvo de acuerdo en detener la migración a través de México”, aseguró Trump, en un recuento completamente distinto al que había hecho su contraparte. Sheinbaum regresó con otra publicación: “La postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes”. Todo venía precedido de una nueva ola de amenazas comerciales desde Estados Unidos, la respuesta de México en una carta que dejaba atrás el tono cauto de las últimas semanas y un inesperado cruce de declaraciones que encendió los ánimos, a pesar de que todavía faltan casi dos meses para que el próximo presidente llegue a la Casa Blanca.