
Gazprom, otrora arma económica y diplomática del Kremlin, no soporta el hundimiento en las ventas de gas ruso a Europa y prepara un duro ajuste de plantilla. El gigante gasista sopesa recortar su equipo directivo de 4.100 a 2.500 empleados, según una carta filtrada de su junta directiva a su consejero delegado, Alexéi Miller. La propuesta, confirmada por la propia compañía, se produce en plena crisis de la empresa por el impacto de la guerra contra Ucrania en sus cuentas. Por un lado, no ha podido sustituir el mercado europeo con China. Por otro, el Kremlin ha exprimido sus ingresos con nuevos impuestos para sostener por más tiempo su ofensiva contra Kiev.