El disparo sonó al borde de la medianoche en los alrededores de la Plaza Francia, en el centro de Lima. El cuerpo se desplomó sobre la vereda. Hubo quienes huyeron despavoridos, otros corrieron en la dirección de donde salió el disparo, pero la mayoría fue auxiliar a Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz, la víctima mortal de la marcha nacional en contra del presidente José Jerí. Mientras los manifestantes intentaban presionar el orificio en su pecho, apareció en escena casi de inmediato un hombre de camisa manga larga, jeans y zapatillas blancas. Llevaba una pistola. Se acercó al herido, dijo un par de cosas y, según los testigos, disparó al aire y se marchó a paso veloz.
