
El Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas (TIJ), con sede en La Haya (Países Bajos), acoge desde este lunes y durante las próximas dos semanas las declaraciones de 99 países y 11 organizaciones con el objetivo de delimitar las obligaciones legales de los países a la hora de luchar contra el cambio climático causado por el ser humano y las consecuencias que deben afrontar los Estados por contribuir a un calentamiento global que se deja sentir en todo el planeta a través de la subida de las temperaturas medias y del incremento de los eventos meteorológicos extremos. En Vanuatu, un pequeño Estado insular del Pacífico sur, conocen bien esas dos velocidades de la crisis climática: están amenazados por el aumento del nivel del mar debido al incremento de las temperaturas y raro es el año en el que no son golpeados por destructivas tormentas. Los representantes de este país han sido los primeros en declarar este lunes ante la corte.