
Cualquiera que viva en el mundo actual y use redes sociales como Instagram para ver platos de comida, verá que existe una gran tendencia a reivindicar platos con la verdura como protagonista. Piezas grandes de coliflor, cogollos de lechuga romana o col a la brasa inundan la pantalla y la oferta de numerosísimos restaurantes contemporáneos. La cosa es que, aunque se trate de una moda, es una forma maravillosa de decir “eh, que lo de que la col no te gusta ya no se lleva”.