Joana tiene 78 años y vive sola en un piso muy cercano al Arc de Triomf de Barcelona. El habitáculo, que heredó de su tía y que tiene las paredes repletas de cuadros que pintó su tío, contiene en abundancia sus dos grandes pasiones: el cine y la música. Una sala llena de vinilos de artistas que van desde Wagner a los Beatles, u otra habitación con pósteres e imágenes de Greta Garbo, Paul Newman o incluso Michael Jackson. Joana vive por y para sus aficiones, y tuvo la suerte de conocer, a través de la fundación Amics de la Gent Gran, a alguien con quien compartirlas. Lara, la voluntaria que visita a Joana una vez por semana, estudió cine y actualmente es escritora. Tiene 40 años, es gallega y también le gusta mucho la música; aunque lo que realmente le apasiona son las películas, igual que a Joana. Cuando se juntan, normalmente los viernes, se sientan en el sofá y hablan durante horas sobre sus actores y actrices favoritas, sobre los más guapos, y sobre aquellas películas que aún no han visto (muy pocas en el caso de Joana). La mezcla perfecta, afirman ambas, y Lara confirma que lo que les une ya es “un vínculo de por vida”.